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Emprendedores
20 Nov 2014

Martha Pugliesi: 35 años enseñando el Método Silva en Castelar

Toda su vida fue docente, enseñó en aulas y se jubiló como directora. A la par enseñó técnicas que -a través de la relajación y el control de los pensamientos- pueden cambiar la forma de encarar la vida. "Modificando el pensamiento podes modificar la estructura cerebral, entonces se modifica todo aquello que necesites cambiar en tu vida", explicó.
Desde la década del 60, y más en los 70 y 80, distintas teorías, filosofías y corrientes buscaron encontrar otra manera de vivir, de mirar el mundo o de tener una cosmovisión más amplia que mejore la salud personal y la social.

Ya desde el año 44, José Silva, un teórico norteamericano, autodidacta e interesado en la autoayuda diseñó y aplicó un método que logra mejorar la vida de quién lo practique, modificar la forma de pensar y hasta del cerebro. Después de 22 años de trabajo experimental diseñó una serie de técnicas que además de mejorar la concentración y el estudio, mejoraron en consecuencia la salud, las relaciones y la calidad de vida en general. Su Método se difundió en más de 100 países, fue traducido a más de 30 idiomas, siendo millones las personas que lo practican no solo en los cursos, sino también a través de sus libros e internet. Hoy es una organización mundial con sede central en Laredo Texas.

En Argentina, el Método Silva empezó a multiplicar alumnos a partir de la década del 70. Dentro de los primeros grupos que llevaron adelante el aprendizaje primero, y la enseñanza después, del Método Silva, destacó la vecina de Castelar Martha Pugliesi, quien desde hace 35 años transmite los preceptos del método como herramientas para llevar una mejor calidad de vida.

“El Método Silva, me llega a través de una amiga de mi hermana, también amiga mía, me hablaban de José Silva, un método muy efectivo. En mi casa, a través de mi padre, era un tema familiar. Mi padre era de leer libros sobre pensamiento tenaz. Son libros con los que tuve contacto, a mi papá le interesaban estas cosas, la neurociencia, el control de la mente, no era algo alejado de mí. Después, por curiosidad fui a una conferencia introductoria, se daba todos los miércoles, una hora. Ahora forma parte del comienzo del seminario. Me gustó muchísimo. Me resultó muy interesante, el curso lo hice durante dos meses, en 1977”, explicó Pugliesi a Castelar Digital.

El Método Silva se trata, según resume la web argentina del método, en aprender a usar mejor la mente y de una forma más eficiente. Según la misma fuente los resultados son muy amplios, pero se logra dejar de fumar, conciliar el sueño sin necesidad de medicamentos, despertar sin relojes, alivio del nerviosismo, dejar de beber excesivamente, memorizar largas listas y mejorar la creatividad; hasta cosas mas sofisticadas como: desarrollar capacidades especiales y usar los  sueños  para resolver problemas y detectar información que lo facilite.

“Yo no tenía una problemática, por la que fui a buscar una solución, fue un interés, una curiosidad. Por supuesto fue mejorar, pero me pareció re interesante, útil. Me generó un estado interno de mucho bienestar. Cuando terminé el curso, el director me invitó a formar parte de un seminario de instructores. Después empecé a trabajar acompañando instructores más antiguos. Empecé en el año 79. Estoy ya en el año 35 de mi carrera como instructora”, explicó la docente, y continuó, “Me llamó la atención la practicidad, la efectividad, la sencillez del método. José Silva fue autodidacta, simple, inteligente y observador. Recibió un doctorado Honoris Causa por los méritos  otorgados a la humanidad. Hoy las ciencias que tienen que ver con el cerebro, lo que él enseñaba lo llaman pensamiento integrado, él lo nombró funcionamiento centrado, cuando hay un equilibrio entre los dos hemisferios. Eso es básico para la salud, la armonía. Y la sencillez, al ser un método, te enseña el cómo. Y eso se puede aplicar”.

Pugliese vivió desde su más temprana infancia en Castelar. Jugó en sus calles, patinó en sus veredas y se divirtió con sus amigos por el barrio. Su familia llegó buscando el clima y el aire que mejoraran la salud de su hermana que sufría problemas bronquiales. El pueblo conocido como “la Córdoba chica”, le curaron sus problemas y recibieron a la familia: “Se vivía con mucha tranquilidad en la calle, charlando, o tomando fresco en los sillones en el porch. Yo jugaba en la calle, andaba en bicicleta, patinaba. Tengo muchas lastimaduras en las rodillas por patinar en la calle, era muy lindo. Ir al cine, al Gran Castelar o el Select, con mi hermana, la del medio, haber ido solas al cine, era una experiencia de chicas”.

Estudió en el colegio Sagrado Corazón, donde se recibió de maestra. “No tenía interés de ser maestra, quería seguir estudiando, el destino hizo que al año siguiente de recibida, a los meses, el día previo a empezar a estudiar, me vinieron a buscar porque les faltaba una maestra. ¡A un día de empezar las clases! Yo no tenía experiencia, era un primer grado y me decidí. Fue en la escuela Nuestra Señora de Lourdes de Villa Udaondo y ahí trabajé hasta que me jubilé”, rememoró ante la consulta de Castelar Digital.
En ese colegio, y en otras escuelas, ejerció como docente y luego como directora. Paralelamente llevó adelante la enseñanza del método Silva: “el método lo que propone es el manejo del estrés, desde la relajación, como herramienta poderosísima. Libera el estrés de forma muy efectiva. Si bien hay otras formas, como el deporte, la relajación también tiene beneficios a nivel salud. Ayuda en el metabolismo, la presión, estimula la creatividad, el sistema inmunológico, además del estrés. La relajación, practicada en forma metódica, es sumamente beneficiosa. Después hay otras propuestas en el mercado a través de otras formas, pero el Método Silva es muy fácil. Luego también, fundamental, es aprender a pensar. Porque el ser humano a diferencia de los otros reinos, tiene esa capacidad reflexiva. Pero el hecho de tener la capacidad no implica que uno sepa pensar. Y como está el mundo lo demuestra. Hay personas que saben pensar, naturalmente, y su vida es más próspera, son más felices. Y otros que no… eso enseña el método. No es que te van a indicar, cómo o qué tenés que pensar, sino que aprendes a hacerlo y después tenés libre elección sobre qué pensar, pero te da la propuesta. Nadie te va a decir nunca qué hacer, sino que te dan las herramientas, siempre está tu capacidad de ejercer tu libertad”, describió.

José Silva era mejicano pero nacido en Estados Unidos. Desarrolló su método con la intención de mejorar el rendimiento académico de sus hijos en la escuela. A medida que sus diez hijos comenzaron a incrementar su puntaje en la escuela y hasta su coeficiente intelectual, lo trasladó a adultos y comprobó que también era efectivo. Desde entonces lo llevó al resto del mundo.  “José Silva los presenta como posibilidad e hipótesis y hoy está demostrado;  la forma de pensar modifica la estructura cerebral, entonces modificado ese cerebro, te modifica todo en tu vida, tu conducta, tu comportamiento, esa capacidad de neuroplasticidad que modifica el cerebro a través de la palabra hoy es una realidad. Con el método se mejora muchísimo la intuición, la posibilidad de captar información, y el manejo del estrés. La salud, física, de tus relaciones y de tu economía. Todo eso se mejora, los contenidos del programa son muy amplios. La salud, de una manera preventiva, básicamente. Si podemos tomar conciencia de la medida de la salud, y también cuando la persona ha tenido una sintomatología, utilizar las herramientas del método para volver a la normalidad, con un cambio de vida, de enfoque, una lectura diferente de los hechos de tu vida, una resignificación. Y la herramienta de la visualización curativa, algo muy meritorio que el Método Silva propone y que provienen de culturas milenarias. Las culturas iniciales hablan de esto, él conforma una metodología para que los profesionales de la medicina lo incorporen, al verlo con buenos ojos. Hoy en día hay muchos profesionales que se nutren de esto”.

Pugliesi comenta que algunas de las técnicas del método llegó a enseñarlas y aplicarlas con sus alumnos de las escuelas donde trabajó alcanzando resultados satisfactorios y muy buenos recuerdos en los estudiantes: “cuando se producía alguna ausencia de docentes y yo cuidaba el grado, si las circunstancias lo necesitaban, yo les enseñaba alguna herramienta como aprender a relajarse o de despertarse. Este recuerdo me lo trae una alumna de un curso que estaba dictando en Castelar, de aquel alumnado asistieron dos señoras que recordaron que en esas circunstancias les enseñé el método para despertarse y a partir de ese día se despertaron sin despertador por el resto de su vida”.

Martha Pugliesi sigue enseñando. Dicta el curso del Método Silva todos los años en la Ciudad de Buenos Aires y talleres periódicos y reuniones quincenales en Avellaneda 918 PB, Castelar. Con 35 años de experiencia enseñando el método, más de un vecino ha aprendido de ella: “La satisfacción enorme que con el paso de los años, el reencuentro trae la información de lo efectiva que fue la enseñanza. Dada la trayectoria de tantos años, recibo alumnos que han hecho el curso conmigo hace 30 años. Y me relatan lo bien que les hizo el curso, me llena de satisfacción. Las neurociencias lo dicen, podes mejorar tu vida. Con tu pensamiento y palabra modificás la estructura de tu cerebro y de ahí modificar tu vida”, finalizó la vecina.

Para más información sobre el Método Silva y los cursos que dicta Martha Pugliesi ingresá a www.castelar-digital.com.ar/comercios-el_metodo_silva.asp.

Entrevista: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fotos: Gabriel Colonna

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