"El señor alto" de Ana Laura Espíndola
Había una vez un celular
que sonaba y sonaba sin parar.
Un señor alto lo atendía,
creo que era alto
pues yo no lo conocía.
Pero me contaron
todos los que pasaron por al lado,
que el señor alto no los saludaba
ni siquiera con la mano.
Con el celular era con el único que hablaba,
parecía un loco al que nada le importaba.
De día y de noche,
y hasta cuando iba en su coche,
el señor alto no se separaba
de su celular que siempre chillaba.
Hasta que un día parece que el celular
dejó de sonar.
Y cada vez que el señor alto salía a caminar
empezaba a saludar.
A todos los que pasaban
una sonrisa él les regalaba.
Y me parece, no estoy muy segura,
que me lo acabo de cruzar,
porque un señor alto, muy alto
me acaba de saludar.
Ana Laura Espíndola es integrante del Taller literario de Marianela.